Hoy se cumplen 10 años de aquel imborrable 11 de abril, donde simpatizantes del partido de oposición se convocaron en el Parque del Este y en la sede de Pdvsa Chuao con pancartas de rechazo hacia el Presidente Chávez, en sus rostros se percibía el odio y desprecio hacia el mandatario nacional.
Banderas de Venezuela se percibían en todas partes, en camisas, gorras y mejillas sudorosas. Con paso firme y decidido a luchar para lograr que el Presidente Chávez saliera de poder se dirigieron al Palacio de Miraflores, donde se encontraba un mar rojo de personas simpatizantes del gobierno actual dispuestos a defender como diera lugar a su comandante.
Francotiradores escondidos cual niños con temor a ser encontrados, esperaban silenciosos pero con el corazón latiendo tan fuerte como un roedor. A las 2 de la tarde iniciaron indiscriminadamente los disparos hacia los manifestantes sin importarle la posición política a la cual defendían con tanto furor.
Las calles del centro de Caracas, se manchaban de sangre y caían los cuerpos de los manifestantes. Luego de 01:45 minutos, todos los venezolanos a través de sus televisores, escuchaban aquella melodía que sólo podía indicar una cosa, cadena de radio y televisión. Ansiosos pero con miedo decidieron observar y escuchar atentos lo que iba a decir el Presidente Chávez.
El ejecutivo nacional aprovecha para aconsejar a los venezolanos que mantuvieran la calma, en ese momento, varios medios de comunicación dividen la pantalla para no impedir que los televidentes dejen de ver todos los acontecimientos que estaba ocurriendo. Pasaron algunos minutos y se cae la señal, dejando así una sola imagen que reflejaba a un presidente calmado pero alerta.
Termina la cadena nacional, pero continúan los disparos y los cuerpos cayendo, en ese instante se corría el rumor de la posible renuncia del presidente.
Militares de la Fuerza Armada que traicionan al presidente, se dirigen a Miraflores para convencer al mandatario de firmar su renuncia, minutos después hacen una rueda de prensa indicando que el presidente ya había entregado su cargo.
Mucha incertidumbre se percibía en todos los rincones del país. En Miraflores sus más leales compañeros le aconsejan a Chávez que no firme la renuncia. En ese instante una caravana de vehículos se lleva al presidente de Miraflores.
El día siguiente el Presidente Chávez se entrega en la Comandancia General del Ejército. Mientras el mandatario se dirigía a su celda Pedro Carmona Estanga asume la presidencia del país y pide confianza a la población.
Este mandato duraría poco, pues el día 13 de abril luego de la insistencia del pueblo venezolano en las afueras del Palacio de Miraflores, y la lealtad de algunos militares logran traer de vuelta al Presidente Chávez desde la Orchila, y a las 3 de la madrugada el ejecutivo realiza una cadena nacional de radio y televisión anunciando su buen estado de salud y su inigualable regreso al poder.
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