En sus diversas misiones, James Bond utilizó varios vehículos, muchos de ellos con elementos adicionales que le fueron de gran ayuda.
Todo comenzó a partir de los años de la Guerra Fría con el Sunbeam Alpine, para proseguir con un Bentley en "Desde Rusia con Amor". Curiosamente, en las novelas de Ian Fleming, Bond llevaba Bentleys, y no el vehículo por antonomasia de sus filmes, el famoso Aston MartinDB5 de 1963 que estrenaría en Goldfinger. Sean Connery volvería a llevar un Bentley en la extraoficial "Nunca digas nunca jamás".
Y, aunque Bond tuvo varios Aston Martin, en su penúltimo filme, Casino Royale, se cuenta cómo Bond llegó a tener su coche por antonomasia, el DB5 del '63. Éste fue utilizado en las películas Goldfinger, Thunderball, GoldenEye y Tomorrow Never Dies y en la secuela deCasino Royale, Quantum of Solace.En los años 70 se destacó el fabuloso Lotus Esprit, que se convertía en submarino de 1977. Como resultado de que Bond utilizara dicho coche, llegó a haber listas de espera de más de un año para adquirir uno. Y aunque en los 80 Bond volvió a llevar Aston Martin, conGoldeneye, abandonó los coches británicos por alemanes, pasándose a BMW. En los últimos filmes, al patrocinio de BMW le sucedió el de Ford, gracias al cual Bond nuevamente llevó los Aston Martin, marca en propiedad de la casa norteamericana. Tanto BMW, comoFord aprovecharon los filmes del agente secreto para presentar los modelos Z3 y Mondeo, respectivamente.
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